Definitivamente Javi Acuña no es un hombre con suerte. Pocos días después de anunciarse su cesión al Girona, en su primer amistoso con dicho equipo, el pasado sábado, el paraguayo se rompía los ligamentos de su rodilla derecha, algo que ya le ha pasado antes dos veces.
Así pues, la cesión al conjunto catalán (que tendrá que buscar otro delantero) queda abortada, y el guaraní comienza otro largo proceso de recuperación que le tendrá lejos de los terrenos de juego hasta 2012