Jugador de banda derecha, realiza la mayor parte de su formación en la cantera del Atlético de Madrid, siendo natural de la capital de España. Ante la falta de oportunidades en el cuadro colchonero, se enrola, con 18 años, en el filial del Elche, para, un año después, hacerlo en el Valladolid B. De ahí saltaría al Villajoyosa y posteriormente al Alcoyano, donde explotaría como futbolista, y desde donde se le abrirían puertas a metas mayores.

Tras su paso por el fútbol levantino firma por el Xerez, que habría de ser clave en su carrera deportiva, y hasta en su vida personal. Tras un primer año en el que le tocaría un rol de suplente (aunque saltaba al campo en casi todos los partidos, siempre en la segunda parte), habría de consolidarse un año después, convirtiéndose en un hito de la historia del club azulino: suyo fue el gol, en el minuto 83, que daba su único ascenso a Primera a los jerezanos. Le arrebatan la meta al gaditano Antonio Calderón, que entrena entonces al Huesca.

Tras su única temporada en la máxima categoría, donde habría de tener un desempeño más que aceptable (sin que ello fuera suficiente para evitar el descenso xerecista), entra en la órbita de Pina y Pozzo. Su equipo oficial es el Udinese, aunque desde este es "cedido" al Granda (con el que también sube a Primera), al Hércules y al Almería (otro ascenso más a la máxima categoría, sumando nada menos que tres).

Abre aquí un paréntesis en su carrera para marchar al fútbol griego, a la escuadra Skoda Xanthi, donde permanecería dos años. En el primer lo jugó prácticamente todo, en el segundo, estuvo casi inédito.

En el verano de 2015 regresa a España, y empieza a entrenarse con el Cádiz. Se habla incluso de su fichaje, pero finalmente recalaría en el Huesca, recién ascendido a la categoría de plata. La experiencia le sale rana (apenas jugó unos minutos en toda la primera mitad del campeonato), así que en enero, y tras unos líos con el contrato, termina recalando en Carranza.

En Cádiz tampoco pudo hacer gran cosa, sus participaciones son casi siempre en la recta final de los encuentros, sin destacar ni en la mediapunta ni en la banda izquierda.

Cervera sin embargo lo tiene en cuenta en el playoff, al menos, para tenerlo en el banquillo y sacarlo según se dieran las circunstancias.

Así ocurría en el duelo en casa ante el Hércules. Cuando todo parecía abocado al 0-0, el madrileño se sacaba un golazo de falta que hacía reventar Carranza, y que por sí solo, hacía bueno su fichaje. Qué golazo. Qué golazo.

Tras el ascenso, y pese a ese gol tremendo, su nombre estaba en todas las quinielas para salir. El madrileño se aferra a su contrato y finalmente termina quedándose, para disgusto de los rectores deportivos. Por si había alguna duda, Quique Pina llegó a manifestar que "Carlos Calvo estorba y no me sirve para nada". Casi nada. 

Parecía que tenía totalmente imposible jugar pero Cervera dio la sorpresa cuando en casa ante el Girona, y luego a la siguiente semana en Tenerife, le daba incluso la titularidad. Ante el UCAM, por tercera semana consecutiva, el madrileño aparecía en la foto del once inicial. En el minuto 85, sin embargo, era expulsado. Minutos más tarde, los murcianos marcaban y sacaban un punto de Carranza. Ahí se terminó la paciencia de todos con él, especialmente de Cervera, que ya no lo convocaría más. En enero, era cedido al Badalona.

Aún tenía un año de contrato, así que cuando acaba la temporada regresa a Carranza, pero sólo para unos días, pues al poco se anunció su rescisión definitiva. Una semana después, era anunciado como nuevo jugador del Recreativo.