Delantero que llega al Cádiz en el cénit de su carrera, con la treintena ya cumplida, y tras haber completado tres años muy interesantes en el Albacete, sobre todo el primero, en el que fue la gran baza de los manchegos para subir a Segunda, tras hacer nada menos que 26 dianas.

Un delantero muy alto y espigado, que por tanto, va muy bien de cabeza, tiene una zurda buenísima, especialista lanzando penaltis y faltas cercanas al área. Destaca por tanto por su excelente disparo y colocación de balón. Puede jugar de punta o también como mediapunta o segundo delantero, entrando desde más atrás. 

Caso especial el del utrerano. Sus números no son buenos, es una obviedad. En una temporada de 46 partidos, en una de las mejores campañas goleadoras del Cádiz, y después de disputar 27 encuentros (más de la mitad de titular) acabó la campaña con cero goles en su casillero.

Y eso que empezó bien la campaña. Se estrena de verdad frente al Levante en Copa, donde dejó muy buenas sensaciones. Pero luego en liga, aunque tiene minutos, alterna actuaciones erráticas (Miranda, Numancia) con otros días en los que no sale al campo por circunstancias. Con Ortuño imparable, al utrerano le cuesta más encontrar el sitio donde ayudar al equipo, aunque Cervera siempre lo tiene en mente.

Cervera lo utiliza con muchísima asiduidad, pero semana sí, semana también, nos quedamos esperando algo más del delantero. Algún momento fugaz como el cambio de juego para Aitor García en Córdoba para que el onubense rematara el partido, pero poco más. El esfuerzo no se le discute, evidente cada semana, pero su falta de acierto y sus escasas oportunidades dejan siempre la sensación de que podía dar más.

En la segunda vuelta, la irrupción de Aketxe lo borra completamente del mapa. El vasco es pura magia en la mediapunta, y qué decir de su golpeo a balón parado. Imposible competir para él. Desde la derrota en casa contra el Tenerife (jornada 31), no volvió a jugar hasta diez semanas después. Diez semanas viendo el partido en el banquillo, sino en la grada. Cervera, que seguro que algo ya iba tramando, lo probó en el partido decisivo en casa contra el Elche, y la jugada le salió maestra. No marcó, pero fue un dolor de cabeza arriba para los centrales rivales, y le sirvió a Salvi el tanto que cerraba el partido y la clasificación para los playoffs.

Como siempre, ahí estaba Cervera para sacarse un as de la manga donde nadie lo esperaba. Y es que el técnico, siempre atento a lo que necesita el equipo en cada momento, dio la sorpresa de la temporada al dejar en el banquillo en el playoff contra los canarios al goleador Ortuño, para darle a Cruz su oportunidad de resarcirse. De estar completamente desaparecido, a disputar todos los minutos del playoff. Había llegado su momento.

En la ida en Carranza el punta estuvo sensacional, siendo una de las claves del triunfo. Ahogó hasta la saciedad la salida de balón del rival, que no pudo en ningún momento conectar con sus centrocampistas. Que el cuero fuera siempre del Cádiz, fue muy en gran medida, gracias a su trabajo. La sonora ovación que se llevó en Carranza al ser sustituido no fue ni mucho menos gratuita. Todo el mundo lo vio vaciarse hasta la saciedad.

Por desgracia, en el Heliodoro, y con los suyos teniendo que ejercer otro papel, no fue tan determinante. Aún así, Cervera lo mantuvo no sólo como titular, sino toda la prórroga también, en una decisión criticada, y es que el utrerano acabó ya sin resuello al término de los noventa minutos. No brilló tanto como en Carranza y de nuevo volvió a estar muy lejos de marcar un gol. Que un delantero acabe todo el año sin marcar no es fácil de digerir para nadie.

Pero estaba claro que después de jugar todos los minutos de plaoyff, el utrerano es de la confianza de Cervera. Después de unos días de incertidumbre, se anuncia finalmente su renovación (la primera que haría el club para los que acababan contrato ese verano) para continuar en la disciplina cadista un año más.  

Sin embargo, no habría de terminar dicho contrato. En la nueva campaña, y a pesar de recibir el continuo apoyo público y privado de su entrenador por su esfuerzo e implicación, Cervera no cuenta con él. Abdullah, Alex Fernandez y Romera están por delante de él para jugar detrás del punta. El técnico solo le da minutos en octubre, cuando el equipo está muy perdido y el técnico no daba con la tecla. Pero cuando en noviembre llegaron las victorias con otro once, las puertas se le cerraron del todo. 

Quique Pina le abrió las puertas de salida para el mercado invernal, siendo claro, y avisando al sevillano de que iba a tener muy pocos minutos. Finalmente, el media punta aceptaba la oferta del Cartagena, con el que militaría en el grupo IV.