Muy pocos cadistas no conocerán con todo detalle todo lo que aconteció esta inolvidable campaña, que por fin, después de 67 años, nos abría las puertas de la Primera División.
Manuel de Diego (que por fin, tras dos derrotas, consigue imponerse en las elecciones al que fuera presidente durante diez años, Márquez Veiga), llega y besa el santo, consiguiendo lo que otros muchos, pese a dejarse la salud en ello, habían intentado con anterioridad.
Buena parte del éxito se debe a la arriesgada apuesta que se hace para el puesto de entrenador. Enrique Mateos, otrora jugador del Real Madrid (con el que ganó todos los títulos imaginables), es elegido para dirigir el banquillo cadista, cuando su experiencia en esas lides se limita a clubes modesto como el madrileño Pegaso, del que procede.
El madrileño sabe explotar las cualidades de sus hombres, conjuntando de forma precisa los nuevos fichajes (Quino, Santamaría), los jugadores que ya están en plantilla (Carvallo, Ibáñez), y nuevos canteranos (Rosado, Escobar) que se abren paso. Entre estos últimos hay que destacar de forma notable a Botubot: a pesar de ser el año de su debut con el primer equipo, su rendimiento es tal que a mitad de temporada ya se lo pelean los grandes, siendo finalmente el Valencia el que se llevó el gato al agua, a cambio de 25 millones de pesetas, una auténtica barbaridad para la época.
El sostén del cuadro amarillo son los tantos de Mané, Ibáñez y Quino: entre los tres, marcan dos tercios del total de goles del club en esta campaña. Sólo el Sporting (campeón) mejora la cifra de goles a favor de los amarillos.
La alegría fue tal en Cádiz al término del encuentro en Carranza frente al Tarrasa, que nada, ni tan siquiera los muchos rumores de que el Cádiz había comprado partidos (Tenerife, Getafe), pudo empañar unas celebraciones que desbordaron todas las previsiones. Quedan en la memoria colectiva cadista las lágrimas de emoción de Mateos, llevado a hombros por su afición.
Sin duda, era la imagen que resumía el ascenso: la de una afición y una ciudad que no podían contener la emoción por algo que tres generaciones de gaditanos llevaban esperando, y que ya nadie les iba a poder quitar.
CREACIÓN FICHA: 01/04/2009
ÚLTIMA ACTUALIZACIÓN: 09/10/2017
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