La temporada comienza con dos cambios importantísimos en la historia del club. El primero, el cambio de directiva. Vicente del Moral está sólo un año, y su relevo lo toma un conocido empresario como es Juan Ramón Cilleruelo, que pocos años más tarde habría de alumbrar el Trofeo Carranza y que sería el artífice del retorno a Segunda División.
El segundo cambio, y que constituye la primera decisión capital de esta nueva directiva es, de acuerdo con la opinión generalizada de la afición, devolver al club el color amarillo que había vestido siempre, tras el cambio que se había producido tan sólo un año antes al bermejo del pendón de la ciudad.
Otra cosa que hace la directiva nada más tomar posesión es nombrar a Camilo Liz como entrenador, muy pronto, lo que le permite gestionar de forma eficaz los fichajes. La plantilla se renueva casi por completo, y aterrizan nombres que terminarían convirtiéndose en jugadores muy importantes, tales como Bidegain (si bien éste no firmó con los amarillos hasta finales de noviembre de ese año), Tarro (entonces todavía conocido como Cardeña), Mero, Eguren, Arguiñano o Abilio entre otros.
La directiva, que no se da descanso, toma también otra determinación que habría de ser muy positiva para el club: incorporar al Hércules Gaditano (que militaba en categoría regional) como filial del club cadista.
El equipo se presenta en un amistoso en el campo del todopoderoso Sevilla, en el que los amarillos, pese a caer por 4-2, dejan una imagen muy positiva, anticipando lo que sería general durante toda la campaña. Sin embargo, el primer partido habría de dejar malas sensaciones. Pese a vencer a domicilio al Larache por 0-1, la prensa viene muy descontenta de Marruecos con el juego de los suyos, y comienzan a caer algunos palos, aunque de forma moderada: a fin de cuentas era el primer partido de liga y se había vencido.
Este partido, que significó el debut en liga de muchos de los fichajes de aquella campaña, sería posteriormente anulado por retirarse el cuadro norteafricano de la competición, por lo que no contó para la clasificación final.
Los pupilos habrían de encadenar otros cinco triunfos más en otros tantos partido, por lo que al término de la sexta jornada, capitanean la clasificación, con doce puntos y seis positivos. El más inmediato perseguidor es el Almería, que se encuentra a dos puntos. Tuvo que ser el Real Betis, el que hiciera hincar la rodilla por vez primera a los amarillos, en la séptima jornada, a pesar de lo cual continuaría liderando la tabla. En cualquier caso, por fin parece que la afición se ilusiona con el equipo, al que ve muy completo y equilibrado, y que da sensaciones de, esta vez sí, poder ascender a la división de plata. El comienzo no ha podido ser mejor.
De hecho, el Cádiz continuará al frente de la clasificación durante la diez primeras jornadas. En la undécima la escuadra gaditana cae derrotada en Algeciras por 3-1, lo que permite al Almería y al España de Tánger, intratables, dar caza a los amarillos. Si no estaba claro desde el principio, tras este revés en el campo del Calvario, se hace más notoria aún la dificultad que va a llevar dar el salto a Segunda División, considerando que sólo el campeón de grupo obtará a tan suculento premio.
Por desgracia, las lesiones persiguen a los jugadores del titular gaditano. Camilo Liz ve como, poco a poco, va perdiendo a varios de sus efectivos más importantes, entre los que se encuentran el portero Rubio o el delantero Abilio, puntales básicos para el esquema del gallego.
Una semana después los gaditanos reciben un durísimo golpe para sus aspiraciones: el primero del grupo, el Almería, visita Mirandilla. La ocasión es perfecta para engancharse de nuevo a la cabeza y dar un golpe de autoridad. Sin embargo los visitantes se imponen por 1-2 y abren una brecha que empieza a ser peligrosa.
Está claro que el cadismo aspira a ascender, pero desde luego, de lo que no quieren oír hablar es de descender a Regional. Y es que ese año, serán muchísimos los equipos que corran esa suerte: la Federación está decidida a reducir el fútbol profesional a 48 equipos (uno de Primera, dos de Segunda y tres de Tercera, lo que puede suponer un verdadero drama para muchos de los históricos que se mueven en la categoría de bronce. Para continuar en la misma categoría, se requiere ser sexto como mínimo, y muchos temen que un mal año termine significando la ruina. Finalmente, la RFEF se echaría atrás (de hecho, en años siguientes el número de grupos se incrementaría hasta nada menos que 16), pero eso no se supo hasta final de temporada, con los clubes clamando por mantener la categoría tal y como estaba. Por lo que al Cádiz respecta, se llega al ecuador de la competición en tercera posición, y lo mismo se mira hacia arriba que hacia abajo.
Como hemos dicho anteriormente, el primer partido de liga lo jugó el Cádiz esta temporada contra el Larache, aunque al final ese partido no contaría para la clasificación final, pues el equipo norteafricano se retiraría de la competición antes de finalizar la misma. Fue un mal que afectó a varios equipos del protectador marroquí, pues al final de la primera vuelta ya se retira el Mogreb, al que se condena a indemnizar a todos los clubes a los que debía aún visitar. Todos los partidos contra dicho equipo quedaron anulados a efectos clasificatorios, y los rivales del dicho conjunto, pasarían a descansar una semana.
Terminando el mes de enero, se incorpora a la disciplina cadista el extremo izquierda Mancheño, viejo conocido de la afición cadista, que había conseguido un año antes un histórico ascenso a Primera, en el Atlético Tetuán, junto a otro referente amarillo como era Santiago Núñez.
Llegado el mes de marzo, el Cádiz continúa en la parte noble de la clasificación, pero no consigue acercarse al que ahora es líder, el Real Jaén que tras una segunda vuelta espectacular, ha remontado puestos y se ha situado al frente. Las tres victorias consecutivas frente a Español de Tetuán, Atco. Malagueño y Algeciras no consiguen reducir la distancia de cuatro puntos contra la escuadra de la capital del Santo Reino.
Por cierto que en este último partido frente al cuadro blanquirrojo se produjo un altercado entre el técnico amarillo y el informador Jose María Vivancos, al que no se le permitió el acceso a vestuarios para entrevista (algo habitual entonces). Ante este hecho, la Asociación de la Prensa se reunió y acordó, de forma unánime, no publicar ninguna información sobre este partido, más allá del resultado final. Por ello, nos ha sido, hasta el día de hoy, imposible establecer los goleadores de aquel encuentro (no así las alineaciones, disponibles gracias a las previas del partido). Pocos días después, prensa y club firmaron las paces públicamente.
Fue esta una semana muy movida: ese domingo, el Larache jugó también su último partido: tras caer en su propio campo frente al Betis, el cuadro norteafricano, como ya se ha mencionado, abandonaba la competición.
Tras estos tres partidos, el Cádiz se presenta ante el partido que habría de dirimir los designios del conjunto amarillo hasta final de temporada: los de Liz visitan al Almería, segundo clasificado. Tras este choque, sólo quedarán cinco jornadas de liga, por lo que parece claro que, aquel que salga victorioso, será el único que podrá pelear por darle alcance a los jiennenses. Desafortunadamente, los puntos se quedarían en el campo de la Falange, y a pesar de la derrota del líder en Algeciras, el Cádiz daba un paso atrás casi definitivo en sus aspiraciones de ascenso.
A falta de tres jornadas para el final, al Cádiz le quedan sólo dos partidos por jugarse (descansará un día porque le tocaba jugar contra el Mogreb), y los amarillos han de rendir visita a los ya campeones, el Real Jaén. En La Victoria, los de Camilo Liz consiguen un meritorio empate (fue el único equipo que no salió derrotado de Jaén), que es recibido con gran júbilo en la Tacita: este punto garantiza la continuidad en la categoría, zafándose así del brutal recorte ya comentado anteriormente.
Destacar por último que, en esta temporada, resurgen con muchas fuerzas las voces y opiniones que claman por un nuevo “stadium” para la ciudad de Cádiz y su equipo, “que debe situarse en La Laguna, aunque algunos no puedan ir a pie”, y que gracias al empuje de Cilleruelo (ingeniero de profesión), culminarían en el actual Ramón de Carranza.
CREACIÓN FICHA: 08/01/2009
ÚLTIMA ACTUALIZACIÓN: 10/02/2011
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