La temporada comienza con la dimisión de Julián Arana como presidente amarillo, por lo que se inicia nuevo proceso electoral. El antiguo vocal, Manuel Vieira Aguilar se impone en la votación al que fuera presidente, Juan Ramón Cilleruelo, cuya candidatura fue más promocionada por sus amigos y conocidos, que por él mismo (que ni tan siquiera se personó en dicha votación).

Esta "carrera" presidencial de Vieira fue providencial para que Santiago Núñez continuara en el cargo de entrenador, que haría así su segundo año consecutivo en el cargo.

Tras un inicio algo dubitativo (que obligó a la directiva a imponer multas a determinados jugadores por bajo rendimiento y desorden de sus vidas privadas), el equipo amarillo encadena cinco triunfos consecutivos, que lo colocan en el disparadero. Los de Santiago Núñez consiguen ilusionar a una hinchada que no las tenía todas consigo.

Durante muchas jornadas, el cuadro cadista ocupa el segundo puesto. El ascenso podría estar cerca. El momento clave es la jornada 20, tercera de la segunda vuelta. El Cádiz, recibe al Murcia, líder de la tabla. Por desgracia, los locales no pasan del empate. De haber logrado la victoria, habríamos alcanzado a los pimentoneros y subido al tercer puesto.

A partir de ahí, el conjunto amarillo va perdiendo fuelle. Algo tuvo que ver el pequeño "bajón" de Quirro. El delantero sevillista realizó una temporada simplemente espectacular. En la primera vuelta salió a casi un gol por partido, rendimiento que no fue igual de bueno pasado el ecuador de la competición. En cualquier caso, terminó con la sensacional cifra de 20 goles.

Las bajas tampoco ayudaron: Serrat se marchó a mitad de temporada a su Cataluña natal (curiosa la explicación de la prensa, que asegura que el jugador no se ha adaptado al clima del sur, provocándole dolencias gástricas), Juli se fue a hacer el servicio militar a Las Palmas, Peñafuerte se lesionó durante tres meses, y Vicens tuvo que ser escayolado. Esto se compensa con el fichaje de los hispanoargentinos Barrios y Puissegur, procedentes de River Plate, y que dejaron un rendimiento irregular, sobre todo el primero.

Los gaditanos salen derrotados de casi todos sus partidos a domicilio, y se van perdiendo puestos en la tabla. A final de liga, casi incluso se temió caer en puestos de promoción, quedando de nuevo una sensación de vacío en la fiel hinchada cadista.