Temporada prácticamente calcada a la anterior, aunque algo menos exigente con los corazones de los cadistas, ya que el final no fue tan agónico.

El gallego Ramón Blanco se ha ganado a pulso, tras el final de liga la pasada campaña, dirigir nuevamente a los de Irigoyen.

Si el año anterior el club acertó de pleno trayendo a Dertycia para la segunda mitad de liga, esta temporada el salvador llegado en el mercado de invierno será el brasileño Tilico. El ex del Sao Paulo toma el testigo del argentino, y pese a llegar con media competición jugada, tiene tiempo de proclamarse pichichi del conjunto cadista en esta temporada. Sus goles serían fundamentales en el tramo final de liga para sacar la cabeza, una vez más y acceder a la promoción. De hecho, los cadistas se permiten llegar con cierta tranquilidad a la última jornada, en la que el empate les vale para eludir el descenso directo, si bien hay que pasar por el trámite de la promoción.

Esta vez el rival será el Figueras, un histórico que lleva muchos años intentando el salto definitivo a la máxima categoría. A diferencia de lo que ocurriera doce meses antes, los amarillos imponen su ley desde el principio. El choque de ida concluye con un 2-0 que se antoja casi definitivo, aunque queda cruzar todo el país para jugar la vuelta en el municipal ampurdanés.

El Cádiz sabe aguantar su excelente resultado de ida, y a pesar de las acometidas blanquiazules, los de Ramón Blanco soportan la tempestad. Quevedo, a falta de un cuarto de hora, pone la sentencia al anotar el 0-1, que obliga a los catalanes a marcar tres tantos en un cuarto de hora. Los de DAlessandro hacen el empate, pero apenas tienen tiempo para más. Fali Benítez estuvo de romper el partido con un balón al palo en el descuento.

Sería la última permanencia en la máxima categoría conseguida por el Cádiz en su historia.