Retorno a Segunda, ¡por fin!
Catorce larguísimos años lleva el Cádiz esperando este momento. Años en los que la entidad ha estado muy a puntito de irse al traste, especialmente cuando el equipo descendió a regional, y tuvo incluso que cambiar el nombre y absorber al Hércules de Cádiz para sobrevivir.
Ese año la RFEF reforma la Tercera División, convirtiéndola en un campeonato casi "de pueblo", pues los grupos se reducen mucho, circunscribiéndose cada uno de ellos a límites geográficos muy reducidos. De esta manera, el Cádiz queda encuadrado en el grupo XI, junto a los siguientes rivales: Algeciras, Peñarroya, Córdoba, Recreativo, Constantina, Racing Portuense, Lora, Utrera y Chiclana.
El enfado en Cádiz es monumental, e incluso se habla de retirar al equipo amarillo de la competición. Pero la fe y la fuerza de presidente y entrenador, Cilleruelo y Villalonga (ya juntos en la temporada anterior, aunque el sevillano era entonces secretario técnico), termina por convencer a todos de que hay que volver a intentar el reto del ascenso, por los medios que fuera.
Diego Villalonga, en su condición de jugador sevillista durante nueve temporadas, y Cilleruelo, amigo íntimo de su homónimo en el club nervionense, Sánchez Pizjuán, aprovechan las buenas relaciones y contactos para continuar reforzando el equipo con jugadores salidos de esa cantera.
Así pues, al delantero Rueda, llegado la anterior campaña, se unen otros jugadores de la órbita del club blanco como son Paquito y Marí (amigos y compañeros de equipo desde que eran niños).
No serían los únicos fichajes. Esta temporada aterrizó también el portero Garatea, que habría de ser el dueño y señor del arco cadista. Llegan también otros destacados como Bernal (que procede de jugar en Primera con la Real Sociedad), Zubillaga, Briansó, Pastilla, Ricardito o Domínguez, aunque sin duda ninguna, las dos altas más importantes de aquella campaña son Nené y Pilongo. El primero por establecer un record anotador, ya que en 31 encuentros ligueros hizo 30 goles, siendo la punta más visible del proyecto de ascenso. El segundo (que llegó cuando se habían disputado ya algunas jornadas), no sólo por su gran contribución al salto a Segunda, sino también por la importancia que habría de cobrar en años venideros, hasta elevarse a la categoría de leyenda viva del cadismo.
Desde principios de temporada se vio que aquel podía ser el año del Cádiz. Siete jornadas hubieron de pasar para que los de Villalonga probara el amargo sabor de la derrota, algo inesperado, pues fue el equipo hispalense de Constantina quien ostentó el honor.
Sin duda ninguna, en un campeonato tan corto (tan sólo dieciocho jornadas), fue primordial el doble enfrentamiento con su gran rival en el grupo, el Algeciras (entrenado por un viejo conocido como Camilo Liz), en el que los amarillos sumaron tres puntos. En cualquier caso, los dos primeros se aseguraban puesto de playoff, y el Cádiz lo consiguió de forma holgada, pudiendo permitirse, en la última jornada de la liga regular, un once poco habitual, y una severa derrota frente al Peñarroya.
En la posterior liguilla de ascenso (casi tan larga como la misma liga regular) las cosas no empiezan bien, debido al tropiezo en el Alfonso Murube de Ceuta. Pero a continuación, los amarillos encadenan siete victorias seguidas, y ahora sí, el ascenso parece más que posible.
A falta de tres jornadas para el final, el Cádiz cae en Mirandilla por 0-1 frente al Algeciras, que como pasara en el campeonato regular, es su gran rival en la lucha por el primer puesto. La actuación del colegiado, sr. Corcoles, causa una tremenda indignación, y algunos inclusos evocan al desdichado grupo V, todavía sangrante en la memoria colectiva cadista.
Pero los de Villalonga saben levantarse del golpe, y una semana después derrotan al Iliturgi por 3-1. Todo queda pendiente para la última jornada, en la que los gaditanos necesitan únicamente un punto en su visita a Don Benito, que no tiene ya ninguna aspiración.
El punto, con tremenda afluencia de aficionados cadistas, se consigue merced al empate sin goles, aunque ni tan siquiera hubiera hecho falta, pues los blanquirrojos se llevaron una sonora goleada de Ceuta (7-0), que devolvía así el "favor" hecho a los gaditanos en la primera jornada de la liguilla.
El Cádiz volvía así a la categoría de plata, tras muchísimos años de sinsabores y decepciones, abriéndose a un futuro que prometía días mejores.
CREACIÓN FICHA: 08/01/2009
ÚLTIMA ACTUALIZACIÓN: 22/02/2011
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